Cuando yo nací, el mundo ya estaba dividido en dos...

Los buenos y los malos,

los rojos y rayados...

los del este y el oeste....

Entonces, que no llame

a asombro ninguno,

el hecho de que

me resulte inveitable,

andar por la vida-dividida...

escrutando... clasificando...

olfateando, sospechosa,

aguda y metamorfosa...

y están los que madrugan

y los que trasnochan...

los que desayunan y los que no....

a los que les importa la plata

y a los que les importa el valor....

los que votaron que sí y los

que votaron que no....

Los que siguen las instrucciones

y los que las transgreden,

los que leen voraces y constructivos

y los que se aprovechan de ellos...

los que dicen la verdad

y los que callan....

los que manejan con cambios

y los que manejan automáticos....

Los que lucharon

y los que usufructúan

de las luchas de otros....

Los mediocres y los resaltones....

Los que tienen auto grande y monstruoso

y los NT...

Las libres, las sometidas...

las sueltas y las cartuchas,

las deslenguadas y las viborillas...

Y agota este ejercicio

desconfiado

y mal remunerado

de tener por siempre

la espada sobre mi cabeza

para que no sea cosa

que del bando de los buenos

me pase al bando de los malos

....

Pero yo me cuido....

y camino por la cornisa, cuidadosa...

tan re poco ambigüa...

tan re hétero y poco cuidada....

clasificando sin sentido

interpretando

y dejando interpretar

....