Amor en tiempos del Salitre

Mi mami tiene dos hermanas y un único hermano.
El hermano de mi madre se llama Augusto Segundo,
porque mi abuelo es el Primero...
y como mi abuela es bruja,
predijo que ese nombre sería un día
nombre aciago,
así es que el hermano único de mi madre
fue conocido, sencillamente y desde siempre,
como el " Chato ".

Mi abuela viene de una estirpe
destinadas a parir muchas mujeres...
Ella misma es la hija segunda de siete hijas
con un único hermano varón...
adorado por su madre, mi bisabuela Luisa...

Dado este hecho,
los varones eran un bien preciado
en la familia de mujeres de ojos grandes,
de la que provengo...

Mi Tío Chato y mi mami,
crecieron un poco asustados...
en la Oficina Salitrera Pedro de Valdivia...
una niñez seca y soleada...
con una familia transtornada...
transtornada mi abuela, casada a los 15,
desenamorada...
transtornado mi abuelo...
de amor por mi abuela,
de belleza blanca y única
...
Transtornados ambos
por este amor obligado
y no correspondido
que escondían tras las puertas de
la casa de Los Espinos
ora los amores ilícitos de mi abuela
ora los golpes embriagados de mi abuelo...

El caso es que mi abuela crío
como dos pequeños viejos bien educados
y con aspiraciones
y mi mami y mi tio...
pulcros y tranquilos, pasaron la
mayoría de las tardes jugando a las bolitas,
al trompo y al al té...
Hasta que un día cumplieron 12 años
y se acabó la escuela...
y mi abuela con esa dignidad proletaria
tan de ella,
sacó el dinero junto de tanto lavar ajeno,
les compró una muda entera a cada uno
y los mandó a Antofagasta
a estudiar internos...
con el corazón orgulloso y apretujado...

Los tiempos de Liceo fueron distintos
para ambos...
para mi mami fue período duro de
disciplina prusiana...
Para mi tío, el Liceo de Hombres
de Antofagasta fue período de amistades
generosas...
y período de amores...

Mi tío vivía enamorado
desde el día mismo de su nacimiento
de la bella Mila González...
también proveniente de la Pampa...
hija de empleado...
interna en el Colegio Inglés San José...
Con quien fue creciendo de a poco...
como crece la gente en la Pampa...

Cada sábado por la tarde,
durante seis años,
la esperó ilusionado,
fuera del Colegio
para pasear encantados
por el verdor de la Avenida Brasil...

No existe amor más lindo y claro que aquél...
Domingo de partido de fútbol...
y mi tío, el volante estrella...
y ella con su risa delgada y contagiosa...
que lo acompañaba orgullosa...
Y un año tras otro...
ambos ya en la Universidad
y bailes... y Fiestas de la Primavera...
y ellos tan juntos... siempre juntos...

Yo recuerdo a mi tío cuando
era muy chica...
recuerdo sus chistes y su alegría...
sus besos y apretujones...
Recuerdo cómo cantaba a los Quila
y a los Inti...
y su banderín de la U
en la casa sencilla de la Toma 1º de Mayo...

Pero resulta que un día cualquiera,
la Mila González ya no sonreía...
preocupado, se sentó y la escuchó...
estaba embarazada...
y mi tío enmudeció...
durante 8 años jamás le había tocado un pelo...
- de quién es?, preguntó antes de sumergirse en las profundidades
- del Rubio... contestó ella...
El Rubio, era el mejor amigo de mi tío...

Era 1974... había toque de queda...
y por primera vez en esta ciudad soleada,
el sol se apagó...
y entonces... el cielo se oscureció....

continuará