OBLIGADA POR LA MEMORIA...

Leo el comment (en inglés, así de cursi) de la Visnja que le viene un poco el viejazo...
y yo que ando como cabra de quince últimamente...
con tanta cosa en la vida...
con una vida casi literaria...
una mujercita que crece en la panza de mi querida Jazmin,
una amiga Drew en busca del Primer Beso de Amor...
una amiga Karlota, que se re-inventa
amores de amigos que se reencuentran luego de 20 años
muertes súbitas e injustas,
separaciones...
amistades que vienen,
otras que van...
otras que vuelven...
el corazoncito llenísimo de amor generoso...
tanta cosa...
qué yo creerán que invento,
pero juro que no es así...
que todo es cierto...
juro que lo he vivido...

y si en diciembre del año pasado
escribí un post acerca de las cosas que me "pararon los pelos" durante el año...
este año no necesito ir tan lejos...
porque en un Blog nuevito,
encuentro este post...
tan cercano, tan mío...
y lo hurto sin permiso alguno...
porque de la muerte,
renació la vida y la amistad...
y lo muestro, de modo franco y abierto...
porque se me paran los pelos de lo que escribe el Sergio...
acerca de un lugar donde donde di mis primeros pasos
en la política...en el amor...
y lo dejo de regalo,
de puro necesario,
porque Antofagasta es una ciudad llena de olvido...
y desde el otro lado del mundo,
este amigo la rescata...
y si antes le robaba fotos y libros...
ahora le robo las palabras
obligada por la memoria:


"Hace unos 4 meses atrás estando de vacaciones en Antofagasta, manejaba en dirección a mi casa y accidentalmente pasé por la calle Prat arriba, Prat 878, recuerdos por miles comenzaron a tener vida propia, fotografías, videos, protestas, hueveos, peleas, alegrías, anécdotas, enormes satisfacciones, la IC, Lagos, Maira y tantos otros.
Me detuve y me pasee por esa nueva construcción, ni un rastro del pasado, ni un rastro de los sueños que un día se cobijaron en ese lugar, Prat 878, segundo piso, 15 años de la vida no es poco, y recordé cuando llegué ahí por primera vez el año 1983 a ver una obra de teatro de un grupo llamado El Ancla, casi asustado por querer ver y palpar la cultura de lo prohibido, ahí fue como conocí esas viejas paredes, que ya lo eran en esa época. En un par de años se convirtió en el SERPAJ, Servicio Paz y Justicia, ni tan extremo ni tan tibio, que molestaba a unos y admiraba a otros, ahí en esas paredes por las que tantos pasaron, unos pocos de nosotros hicimos un pedazo de nuestras vidas…
Recuerdo las locuras de los “cabros” del Profem que en plena dictadura se atrevían a citar a reuniones de manera pública cuando no se podía, recuerdo a los personajes que por ahí pasaron, las reuniones políticas, los partidos, la Izquierda Cristiana, el Cura Aldunate y su no violencia, Monseñor Hourton con su sencillez, Lagos y su dedo, Sabella y su discurso de la paz, Andre Jarlan y su consecuencia, Maira y nuestro fanatismo a toda prueba, Illapu y Nelly Lemus, llenando de poesía y canciones esos techos altos...
Por ahí anduvo Sergio Concha con su cámara fotográfica jugando a ver la realidad con nuevos ojos, por ahí salimos y viajamos y estuvimos y recorrimos Antofagasta, Tocopilla, Calama, él con las imágenes, y yo con el video. Ahí en Tocopilla hicimos el mejor “trabajo” en esos días, subiendo los cerros con el nudo en la garganta recorriendo los últimos pasos de quienes posteriormente fueron dinamitados queriendo borrar sus huellas. Ahí estuvimos bajando a esos oscuros y terroríficos lugares, ahí bajamos por el cerro árido, ahí plasmamos los huesos de esas vidas eliminadas de manera brutal.
Sergio, el “pelao”, que nunca me devolvió los lentes estilo John Lennon que pasaron a ser más de él que míos con toda propiedad… te echamos de menos Sergio…
Por ahí estuvo el “Bicho” también, lesionado y golpeado por la luma descontrolada y a pesar de eso sonreía mostrando su lesión como el mejor de los trofeos, ahí cantamos nuestros sueños, los vociferamos, los vivimos y los deleitamos como el mejor de los bocados… Ahí estuvimos durante 15 años, por ahí pasaron tantos y tantas, Marcelo León, el Beto Rojas, Vivi Ramirez, Robinson Ibacache, Marcela Mercado, los gemelos Leal, la Regina Silva, el Ariel, Roberto, Rodrigo, Graham, la Claudia Encalada, el Patto Rivera, la Huachi, Sergio Cerda, Elier Cubillos, la Carlita, Rafael Carvajal, Jorge Fadic, Guido, Hernán Vargas, Segundo, la señora Rosa, la Julia, los Llajta, sí también Omar y Blanca… y tantos y tantas que no logro recordar.
Guardo cientos de imágenes no solamente en mi cerebro, sino que en mi archivo personal de aquellos tiempos, algún día… algún día haremos el justo homenaje para todos nosotros, sí nosotros que jugamos y nos creímos que el sueño de ser libres era posible y que pusimos todo para hacerlo realidad…algún día…
Recordé el año 2000 cuando caminé por última vez, por esa casa, caminé sólo, pausadamente, encendiendo cada una de las habitaciones, las recorrí y las miré en todos sus detalles y juro que en cada una de ellas recordé a todos y todas quienes ya no estaban esa noche, las fui apagando y cerrando, cada una de ellas, donde la siguiente se me hacía más y más difícil, pero era mi rito, era mi personal e íntimo homenaje, bajé las escaleras y cerré definitivamente esa puerta como tantas veces y me fui, respirando, extrañamente aliviado…" Sergio Saavedra Rivera...desde Australia